Copenhague 2009



¿Cuál es la importancia para el sistema internacional de Copenhague 2009 y qué líneas de quiebre existen frente a este tema?

En los últimos años el cambio climático se ha transformado más allá de un tema meramente científico, en un tema no sólo de opinión publica sino en un tema determinante de la agenda internacional y una prueba gigante al multilateralismo, a la voluntad política de los países industrializados y las grandes potencias como Estados Unidos y China quienes aportan la mayoría de las emisiones de gases de efecto de invernadero.

En palabras del secretario general de Naciones Unidas “sería moralmente inexcusable no alcanzar un acuerdo amplio para mitigar el cambio climático en la reunión de Copenhague en diciembre de este año”…El destino de las generaciones futuras y las esperanzas y formas de subsistencia de miles de millones de personas están literalmente en sus manos” dijo refiriéndose a los países invitados a asistir a la Cumbre de Copenhague en diciembre de 2009[1].

Pero qué es el cambio climático y cuáles son los referentes anteriores a lo que va a ser la conferencia de Copenhague.

La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático usa el término cambio climático para referirse al cambio por causas humanas: Por "cambio climático" se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables. (Artículo 1, párrafo 2)

El clima de la tierra ya se está ajustando a las emisiones de gases de invernadero.

La base científica nos dice sobre el cambio climático que: “La actividad humana –en particular, el consumo de combustibles fósiles– ha hecho que la capa de gases de efecto invernadero que rodea a la Tierra sea más “gruesa”. El aumento resultante de las temperaturas mundiales está alterando la compleja red de sistemas que hacen posible la vida sobre la tierra, como la cubierta de nubes, las precipitaciones, las pautas de los vientos, las corrientes oceánicas y la distribución de las especies vegetales y animales”[2].

“El sistema climático debe ajustarse a las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) a fin de mantener equilibrado el balance de energía mundial. Ello significa que el clima está cambiando y ha de seguir cambiando a medida que los niveles de gases de invernadero sigan subiendo. Los científicos en la actualidad están persuadidos de que en conjunto el volumen de pruebas ofrece un panorama del calentamiento del mundo y otros cambios en el sistema climático”[3].

El referente más cercano de trabajo común entre Estados por aligerar las cargas ambientales es el Protocolo de Kioto. El Protocolo de Kioto sobre el cambio climático es un acuerdo internacional firmado en 1997 que tiene por objetivo reducir las emisiones de seis gases específicos que causan el calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), más tres gases industriales fluorados: Hidrofluorocarbonos (HFC), Perfluorocarbonos (PFC) y Hexafluoruro de azufre (SF6), en un porcentaje aproximado de al menos un 5%, dentro del periodo que va desde el año 2008 al 2012, en comparación a las emisiones al año 1990.

Los antecedentes de Kioto los vemos principalmente en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático adoptada en New York en mayo de 1992 y en las varias conferencias de la ONU sobre el medio ambiente y el desarrollo realizadas en Rio de Janeiro en Brasil en 1992 y de Johannesburgo en 2002. En estas conferencias hubo la participación de más de 172 Estados y muchas organizaciones de la sociedad civil y multiplicidad de ONG.

En la cumbre de Rio se aclara el concepto de desarrollo sostenible y se elaboran 2500 recomendaciones para el tema de medio ambiente y se crea un programa de acción llamado agenda 21 para desarrollar las recomendaciones.

El cambio climático avoca a las potencias a asumir posiciones que antes tenían un espacio de maniobra y si se quiere con las se podían hacer los indiferentes. Los cambio en el clima que apuntan a generar olas masivas de calor y lluvia afectan directamente la producción de alimentos, la paz mundial y la generación de nuevas enfermedades.

Podemos ver diferentes posturas, la primera es la posición conservadora y realista de Estados Unidos y China por ser los países que más emisiones generan y por estar el tema de crecimiento económico en juego y la segunda es la posición estratégica de los países que como Brasil y los demás de la cuenca amazónica son vitales para las soluciones a corto plazo y le apuestan al multilateralismo.

China le apuesta a una industrialización pese al detrimento ambiental y a un crecimiento insostenible, este tipo de crecimiento da grandes ventajas y poder económico a corto plazo pero al largo afecta a toda la tierra. China anunció que asistiría a la cumbre y se comprometió en bajar para 2020 entre 40 y 45% sus emisiones de carbono pero lo supedita al crecimiento de su PBI. Este es el primer compromiso público del país, que se propone entrar a la responsabilidad ambiental compartida[4].

Estados Unidos por su parte tiene inmensas reservas de carbón y su utilización por parte de un sector industrial muy fuerte, genera una presión que no permite avances en el tema ambiental y en la firma de tratados que pongan en desventaja a este gobierno y a sus multinacionales.

Sin embargo, el presidente Obama sorprendió al anunciar que sí acudirá finalmente a Copenhague y que su país ofrecerá reducir un 17% las emisiones en 2020. Este plan que resulta en exceso modesto si se compara con la iniciativa de la Unión Europea de reducir el 20% de la emisión de gases para el año 2020, es un inicio que se espera se profundice en el desarrollo de la cumbre.

El tema ambiental y energético hace parte de los objetivos de seguridad nacional de los estadounidenses, por tal motivo es muy improbable la firma de algún tipo de acuerdo en Copenhaguen 2009, más cuando en Kioto no se tomó ningún compromiso concreto que generara responsabilidades, quizá fue este el principal quiebre del acuerdo que aunque fue un avance en tema de agenda, quedó como un acto protocolario sobre los avances reales en preservación y protección del medio ambiente.

El principal objetivo de la cumbre de Copenhague es lograr que se ratifiquen todas las medidas propuestas para reemplazar el tratado de Kioto que como primer gran falla no era un tratado obligatorio ni generaba responsabilidades, lo que puso en duda su objetivo al dejar que los países dejaran cuanto y como iban a reducir sus emisiones y aportar al medio ambiente.

Su importancia sin duda, está en la validez del multilateralismo como escenario y herramienta para logros y metas específicas para todo el mundo.

Al igual que los tratados de no proliferación de armas de destrucción masiva, el tema del cambio climático involucra el tema de la existencia de la raza humana y de todas las demás especies de seres vivos.

Podemos definir cuáles son los actores internacionales y el contexto. Los actores los podemos definir en las siguientes categorías, actores duros, tanto por su influencia como por su importancia, entre ellos están: China, Estados Unidos, la Unión Europea por ser los principales responsables de la emisión de gases y los países de la cuenca del Amazonas como: Colombia, Perú, Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia y las Guayanas.

Estos países mencionados como los de la cuenca del amazonas son estratégicos dentro de la lucha contra el cambio climático por ser esta área vital por la producción de oxigeno, agua y biomasa[5].

El marco internacional es el de las Naciones Unidas que sirve de escenario y ente regulador, el resto de los países podríamos definirlos como actores importantes ya que los compromisos serán desarrollados por todos los Estados para la reducción de los gases de efecto invernadero, sin embargo a menos de que aporten tecnología limpia o generación de biomasa y oxigeno no serán actores duros. Están también las ONG quienes como grupos de presión internacionales cumplen un papel vital como organismos consultivos desde la sociedad civil.

Las responsabilidades no pueden ser eludibles, esta vez la tierra tiene un reloj diferente al de los intereses nacionales estadounidenses y al de las metas de crecimiento económicas de China. El omitir que se debe hacer algo ya, traería a todos los plazos, en especial el corto, una profundización de las desigualdades a nivel planetario y un escenario de guerra por subsistencia y obtención de recursos básicos.

Voces autorizadas ven con preocupación que los pobres serán los principales afectados por el cambio climático, ya que la comida que escasea se hará aún más difícil de conseguir, las lluvias afectarán cultivos y generaran graves inundaciones, y eso relacionado con el déficit de viviendas dignas convertirá a los desposeídos y a los pobres en las primeras víctimas[6].

Como se cita en el documento de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático “Las Partes deberían proteger el sistema climático en beneficio de las generaciones presentes y futuras, sobre la base de la equidad y de conformidad con sus responsabilidades comunes pero diferenciadas y sus respectivas capacidades. En consecuencia, las Partes que son países desarrollados deberían tomar la iniciativa en lo que respecta a combatir el cambio climático y sus efectos adversos”[7].

Copenhague es el compromiso serio y con objetivos que deben ser obligatorios para todos, en especial para los más poderosos.

Los efectos geopolíticos del cambio climático ya se están viviendo, el deshielo del Polo Norte empieza a generar disputas territoriales entre Rusia[8], Estados Unidos, Noruega, Canadá y Groenlandia.

Rusia dentro de la carrera por la disputa por territorio, efectuó la siguiente acción:

El más famoso de los exploradores rusos, Artur Chilingarov, encabezó en agosto de 2007 la expedición de su país en la quedos minisubmarinos plantaron una cápsula de titanio con la bandera rusa en el fondo del mar, a 4.200 metros de profundidad bajo el Polo Norte. Moscú sostiene que la cordillera submarina Lomonosov es una extensión de su plataforma continental, por lo que, de acuerdo con la Ley Internacional del Mar, reclama la soberanía sobre lo que ya se conoce como el norte profundo. La desaparición progresiva de los hielos árticos debido al calentamiento global ha disparado la disputa geopolítica sobre un territorio en el que investigaciones del Centro de Estudios Geológicos de Estados Unidos sitúan la cuarta parte de los recursos de hidrocarburos pendientes de descubrir en el planeta”.

Este puede ser uno de los muchos ejemplos que estaremos viendo por esta reacomodación en la configuración del poder y de las fronteras por parte de los Estados a consecuencia del cambio climático.

Un incremento de la temperatura media de la atmósfera conducirá a numerosos conflictos como consecuencia de los impactos económicos, políticos, ambientales y sociales derivados de la alteración climática.

“Esa es la principal conclusión del informe presentado por el Alto Representante para la Política Exterior Europea, Javier Solana, y la Comisión Europea al Consejo de Primavera de 2008, denominado Cambio climático y seguridad internacional. El informe concluye que el África subsahariana, Oriente Medio, el sur de Asia y Asia Central, Latinoamérica y el Caribe, así como el Ártico, son las principales zonas de riesgo”[9].

El cambio climático, es por tanto un asunto de seguridad para todos, es una amenaza emergente no convencional a la seguridad global que va más allá que el terrorismo o el tema del desarme nuclear y que debe ser afrontado de forma excepcionalmente rápida, debe ser tratada en el seno del Consejo de seguridad de la ONU junto con los países miembros del panel intergubernamental que se creó en 1997 con el documento marco sobre cambio climático y con los países de la cuenca del amazonas que son pieza importante para poner un freno a la potencial crisis climática.


[1] Ver en: http://www.un.org/es/climatechange/summit2009/index.shtml

[2] Ver en: http://www.cambioclimatico.com/contenido/la-gran-pregunta-ha-comenzado-ya-el-cambio-climatico

[3]Ver en: http://www.cambioclimatico.com/contenido/la-gran-pregunta-ha-comenzado-ya-el-cambio-climatico

[4] Ver en: http://www.clarin.com/diario/2009/11/27/elmundo/i-02049471.htm

[5] Ver en: http://www.fundacionoxigeno.com.ec/OXIGENO.pdf

[6] Ver en: http://www.habitat.org/lac/promover/aprende_mas/sobre_la_viveneda_en_alc/investigaciones.aspx

[7] Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. 1992. Articulo 3 acerca de los principios. Pág. 4.

[8]Ver en: http://www.elpais.com/articulo/opinion/cambio/climatico/amenaza/paz/elpepuopi/20081020elpepiopi_11/Tes

[9] Ver en: http://www.naider.com/upload/Semana%20de%20la%20energía%20sostenible%20%20Conferencia%20sobre%20cambio%20climático%20en%20V-G.pdf

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